No siempre debes medicar, el TDAH tiene otras soluciones!
- Sofía Molina

- 16 jun
- 2 Min. de lectura
En los últimos años, el diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH) ha aumentado de forma notable. Lo vemos tanto en NNAA como en adultos, generando dudas legítimas:¿se está sobrediagnosticando? ¿estamos frente a una epidemia? ¿qué demonios pasa?
La verdad es más compleja. No estamos viendo más TDAH solo por error; estamos viendo las consecuencias del mundo en que vivimos. Un entorno dominado por pantallas, redes sociales y estímulos constantes entrena al cerebro para la distracción, para que —para mantenerse activo— deba saltar, cual saltamontes, de una imagen a otra. Nos hemos acostumbrado a respuestas inmediatas, a contenidos breves, a cambiar rápidamente de foco.
¿Entonces, la culpa es de las redes sociales? ¿O de mi falta de fuerza de voluntad? Tampoco. Hoy, el uso de redes forma parte del día a día, especialmente en jóvenes. Es parte de su modo de socializar, tan válido como lo fueron las cartas, las llamadas o los correos electrónicos en su época. Prohibirlas puede ser tan dañino como el exceso: la clave, como siempre, es el balance.
Las investigaciones muestran que reducir el uso sin sentido de redes sociales (el típico scrolling) tiene efectos positivos en la memoria, la atención y el bienestar emocional. Y eso es precisamente una parte fundamental del problema del TDAH: no es solo que nos cueste enfocarnos, es que hay muchas microalteraciones cotidianas que, al acumularse, afectan profundamente cómo funciona nuestro cerebro. Por eso, pequeños cambios —sencillos pero constantes— pueden marcar una gran diferencia.
Entonces, cuando digo que tu hijo (o tú mismo) no necesitan medicarse de inmediato, no lo digo porque crea en soluciones mágicas o en recetas milagrosas (¡ojalá las tuviera!). Lo digo porque creer que un fármaco es la única solución a un problema puntual es, en sí mismo, parte del déficit atencional y del pensamiento inmediato que nos domina.CREER QUE NECESITO UN FÁRMACO ES TU TDAH HABLANDO:"No me concentro, me tomo una pastilla, y ya."Porque es rápido, no me exige reflexión, no me exige trabajo. Es el reflejo puro de cómo vivimos: rápido, corto, sin rodeos, sin perder tiempo. Así puedo pasar al siguiente problema.
Pero...Tú no eres una lista de pendientes.Tu hijo no es un caso clínico que hay que resolver con urgencia, solo para acallar eso que te dice que no está bien o que “no es normal”.
Y es que el TDAH no es una sentencia:Es una invitación a mirar más profundo, a cuestionar, a construir algo nuevo. Entender de dónde viene. Aceptarlo como resultado de una nueva era tecnológica. Y abordarlo con múltiples enfoques —valiosos, útiles, efectivos— a veces incluso más que el Ritalin.Con tiempo. Con apoyo. Con conciencia. Sin atajos. Acá no existen.
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🧠Abrazos,
Dra. Sofía Molina




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